ESPIRALESPAI_ Mónica Rikić

Del 18 de desembre de 2021 al 18 de febrer de 2022

Inauguració: Dissabte 18 de desembre a les 13:30 h a la plaça de l’Assumpció, 15 (La Cova de La Volta)

Visita comentada: Dilluns 31 de gener a les 18:30 h

ESPIRALESPAI_ Mónica Rikić

Viatge espiritual a l’interior d’una màquina

 

A L’ESPIRALESPAI NO HI HA ELLS. Només hi ha *nosaltres*.”  

VNS Matrix, 1996. 

Proposta expositiva basada en petites peces d’art robòtic que barregen sistemes mecànics, psicodèlia i espiritualitat, per tal de representar l’interior d’una possible ment artificial. 

A la meva pràctica artística recent, m’he dedicat a estudiar la nostra relació amb la tecnologia, centrant-me en el rol social de la Intel·ligència Artificial i entrellaçant pensament crític amb experimentació tècnica. El meu objectiu és repensar els reptes tecnocientífics actuals des de noves perspectives, utilitzant l’art i la imaginació com a eines. 

Mitjançant el desenvolupament de diferents peces d’art electrònic, m’he permès imaginar identitats artificials encarnades en robots conscients, a partir de les quals he anat creant un conjunt de narratives especulatives sobre tecnologies alternatives. Aquests ens artificials fugen  de projeccions distòpiques i volen actuar com a reflex de la societat. 

Fa aproximadament un any i mig que estic treballant més específicament al voltant del concepte de l’espiritualitat artificial, és a dir, la possibilitat que, en aquest marc especulatiu de la postsingularitat, les màquines conscients experimentessin una cosa semblant a l’espiritualitat  humana, entesa com l’experiència de comunió amb éssers superiors o estranys a un mateix. 

Les experiències espirituals són molt difícils de compartir per se, però moltes vegades es descriuen sensacions relacionades entre els que han experimentat situacions similars. M’agradaria experimentar amb la idea que potser un possible pla de trobada de consciències  humanes i artificials seria un espai espiritual. Podem compartir experiències sobre una  espiritualitat híbrida entre espècies? 

Aquesta petita mostra és un recull de petites peces produïdes entorn d’aquests conceptes que serveixen com a introducció al públic de la recerca artística exposada amb la intenció d’obrir noves vies de pensament sobre la tecnologia que ens envolta.

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A propósito de la exposición de Mònica Rikić le pedimos un escrito a Dr. Luca Carrubba, Codirector de Arsgames, Comisario independiente, investigador en arte, juego y medios.

Los modelos cibernéticos con los que se ha explicado la tecnología a lo largo del siglo pasado han fracasado. Tras casi 80 años de la introducción de lo digital en la sociedad, destaca la falta de biodiversidad en torno a la tecnología que utilizamos en nuestro contexto cotidiano. Como resultado, se produce un entendimiento de éstas como un indefinido campo homogéneo, universalista y civilizador que convierte en singular lo múltiple y plural. Los algoritmos, la automatización y los robots representan el eje troncal de estas narrativas contemporáneas que problematizan un tipo específico de desarrollo técnico enfocado en la competición con y entre humanos. Una competición que interpela los artefactos tecnológicos a partir de la misma lógica extractivista que gobierna la realidad.

El trabajo artístico de Rikić se desarrolla en torno al impacto social de la tecnología, la inteligencia artificial colectiva, la relación humano-máquina y las simulaciones sociales especulativas. En su propuesta destaca un análisis siempre atento e innovador capaz de registrar cómo la tecnología y la programación son generadores de gramáticas culturales, revelando nuevas relaciones de poder y violencia simbólica. Su práctica artística se apropia de una multiplicidad de lenguajes, desde la electrónica creativa a la programación informática pasando por los videojuegos y juguetes.

Con esta obra la artista pregunta si es posible compartir experiencias sobre una espiritualidad híbrida entre especies. Si es cierto que cualquier discusión sobre la espiritualidad parece alejada del mundo de los ordenadores, la propuesta de Rikić abre un espacio dialéctico convocante. Nos propone una especulación creativa que desdobla la contraposición, se aleja del conflicto y nos hace olvidar la distopía que suele establecerse como único horizonte compartido del relato tecnológico. Hablando de espiritualidad artificial en el caso de una inteligencia post-singular – un escenario en el cual las máquinas hayan logrado la plena conciencia – produce un imaginario solar, utópico, un imaginario capaz de redefinir el espacio de futuro que solemos ocupar. Y de esta manera nos invita a repensar nuestro presente.

La obra, en su conjunto, da vida a una constelación de robots dentro de un ecosistema interconectado en donde el humano se posiciona como un espectador. Impulsa un entorno vivo y habitable, “mecánicamente natural”, poblado por diferentes criaturas robóticas con comportamientos autónomos que conviven en un ecosistema. En un intento por encontrar la propia esencia de las máquinas alejada de la búsqueda de replicar lo humano, propone un espacio especulativo “orgánicamente mecánico”.

De esta manera Rikić explora el concepto de tecnodiversidad abordándolo como un paradigma de experimentación creativa en el que busca imaginarios, prácticas y formatos que sean capaces de multiplicar los entendimientos sobre la tecnología. El centro de la práctica creativa de la artista reconoce LAS tecnologías como pluralidad de visiones, de historias, de vidas. Con ello pone de manifiesto la necesidad de encontrar en las máquinas nuevos tipos de relación no estandarizadas, que nos permitan habitar un mundo futuro escapando del binarismo pesimismo-optimismo en el que se enmarcan los discursos con los que se concibe la tecnología en la actualidad.

La artista, en su propias palabras, propone un espacio amable, compartido por un sentir común entre especies. No es posible no encontrar en estas palabras influencias del pensamiento de Donna Haraway y de Lynn Margulis: pensadoras que nos ayudan a entender el mundo como un espacio simbiótico que caracteriza a todos los seres vivos en una relación multiespecie en interdependencia. Haciendo hincapié en el concepto de naturaleza propia de la máquina, Riḱic logra ofrecer una cosmogonía inclusiva y fragmentada, un acercamiento capaz de reconocer la multiplicidad de cosmologías a partir de las relaciones tecnológicas que emergen en las periferias. Una ecología de máquinas que apela a la importancia de la tecnodiversidad.

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